La autoridad se respeta

Autoridad, respeto, convivencia

¿Qué es exactamente lo que diferencia a los seres humanos de los animales? Las personas, durante su evolución, han adquirido en sociedad ciertas habilidades que les permiten ser únicos sobre la faz de La Tierra. El ser humano se comporta diferente a los demás seres vivos, en la medida que crea herramientas y objetos para facilitar sus labores diarias, así como la capacidad de emplear su imaginación para desarrollar arte, la cultura, la literatura, entre otros, como medios de expresión del hombre.

En cuanto a las similitudes entre seres humanos y los animales, estas se encuentran relacionadas principalmente con sus necesidades básicas. Ambas especies comen, duermen, descansan, cuentan con procesos de reproducción, se defienden y luchan por conservar su territorialidad desde lo individual hasta lo colectivo.

De la misma forma, muchos de los comportamientos sociales básicos del hombre están también presentes en las especies animales. La evolución indica que el ser humano desciende de los monos, y tanto humanos como chimpancés se separaron de su ancestro común hace varios millones de años; y la transición fue de forma gradual en la medida en que las primeras personas dejaron los comportamientos que todavía poseen los simios en la actualidad. Estos cambios en la socialización logran diferenciar un ser humano de un animal.

Así, una de las actividades principales que diferencian al hombre del animal es la sociabilidad, aunque los estudios científicos han demostrado que varios grupos de animales son capaces de socializar entre su misma especie e incluso con otras especies.

Pero estos no logran comunicarse plenamente, y de igual forma no construyen reglas claras de autoridad, tan solo relaciones de dominación e incluso demarcan zonas de control. La capacidad social de autorregulación y de imponer autoridad es superior en los humanos.

La familia es el principal espacio en donde se debe reconocer el concepto de autoridad, lo que indica que el hijo debe respetar a sus padres e interiorizar el arbitrio de estos…

La autoridad es la facultad que idealizó el ser humano para que en las sociedades civilizadas se mantenga un orden, y se puedan aplicar las reglas de convivencia. Esto requiere que como personas se reconozca en los diferentes ámbitos quién o quiénes son la autoridad; por ejemplo: en el núcleo familiar son los padres; en la escuela es el maestro; en el trabajo la autoridad es el jefe; en la vía pública el agente de tránsito. Comprender y respetar el concepto de autoridad evitará problemas en todos los ambientes de la sociedad.

El respeto a la autoridad contribuirá a que como sociedad se logre alcanzar una vida en paz y con la debida y correcta convivencia, en beneficio de mantener un orden social. La pieza fundamental de la aceptación del respeto y la obediencia frente a la autoridad como un rédito humano y social está en la formación en valores de los individuos.

Aunque la autoridad se comprenda como la capacidad de poder orientar al otro, es necesario que las personas y entidades investidas de autoridad la ejerzan día a día bajo los parámetros de la ley. La permisividad y el “dejar hacer” son disruptores de la autoridad que no aportan en el crecimiento de la sociedad.

La sana y correcta convivencia en una sociedad es transversal al respeto a la autoridad. Está entendida como la piedra angular para la consecución de individuos equilibrados y felices que retomen los principios morales y éticos logrados en el hogar para extrapolarlos en los entornos sociales.

La familia es el principal espacio en donde se debe reconocer el concepto de autoridad, lo que indica que el hijo debe respetar a sus padres e interiorizar el arbitrio de estos; el ciudadano requiere aceptar la autoridad en todos los aspectos diarios. Es el momento para que la sociedad elimine los procesos de consentimiento y fortalezca los valores sociales para convertirse en verdaderos ciudadanos que respetan la autoridad.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/la-autoridad-se-respeta

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.