Anomia social

Desorden, ciudad, convivencia

Entre la ciudadanía, es frecuente encontrar comportamientos, individuales y colectivos, que expresan la percepción de agobio en el que se encuentran. La alteración en la convivencia ciudadana les impide tener o conservar un mínimo de tranquilidad, por lo que demandan y cuestionan un mejor desempeño del Estado. 

La comunidad, muchas veces, pasa por alto que el entorno violento e inseguro, no es solo responsabilidad de las autoridades, sino que existen otros factores, inmersos en las manifestaciones culturales y sociales, que sumados a la apatía social y a la falta de valores, de una u otra forma contribuyen a la generación y mantenimiento de situaciones desencadenantes de intolerancia, violencia e inseguridad.

Émile Durkheim (1893) sociólogo y filósofo francés estableció el concepto de anomia, como los aspectos de la vida cotidiana en el cual las leyes han perdido su fuerza para regular e integrar a los individuos, dando origen a un sentimiento de resistencia hacia el orden establecido por parte del conglomerado social.

La convivencia ciudadana en Colombia padece de esta enfermedad social, ya que no se ha logrado la satisfacción total de las necesidades básicas para vivir de forma incluyente y aceptable. La anomia genera una fractura entre los fines que la sociedad establece como ideales y los medios que se deben proporcionar a sus asociados para alcanzarlos.

El olvido de las reglas sociales de convivencia traduce a la ruptura del contrato social y al vivir bajo expresiones como el “todo vale” o “el vivo vive del bobo”

Actitudes como el cruzar la calle por fuera de la cebra, colarse en el transporte público y ocupar en este indebidamente los espacios reservados o arrojar basura en lugares no destinados para su recolección, son tan solo una muestra de la falta de civismo que se presenta en el día a día en nuestra sociedad.

Actividades que primordialmente se focalizan en ambientes deteriorados o zonas marginales de las ciudades que facilitan el desconocimiento de las normas; por ejemplo el desaparecido “Bronx” en la ciudad de Bogotá era uno de los mayores centros de transgresión del orden social en Colombia.

La anomia, recurrente en Colombia, es de por sí una expresión del conflicto normativo con el que se vive. El olvido de las reglas sociales de convivencia traduce a la ruptura del contrato social y al vivir bajo expresiones como el “todo vale” o “el vivo vive del bobo”.

El ciudadano por su parte, debe comprender que actitudes como la indisciplina social, la ilegalidad, entre otros, son factores facilitadores de espacios anómicos y que solo asumiendo su responsabilidad como agente de la comunidad, es posible la edificación de ambientes sociales sanos con la participación de todos.

En este sentido, ¿Qué iniciativas sobre construcción de civilidad hemos propuesto? Y ¿Qué conductas individuales y colectivas debemos modificar? Son asuntos interesantes para discutir.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/anomia-social

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.