Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, transformaron la vida posmoderna, originando una “sociedad en red” en donde su capital clave del desarrollo social, económico y político es el acceso a la información, para convertirla en conocimiento y ser empleada por diferentes usuarios para la toma de decisiones.
En la actualidad el internet se ha masificado por la diversificación de equipos portátiles, ampliación de redes, entre otros aspectos, facilitando la interacción de las personas. Generando una serie de desafíos en los sistemas educativos del país para enseñar a vivir en esta sociedad de la información.
Sin duda alguna, la tecnología seguirá evolucionando en los próximos años, conformándose un ecosistema digital. Por tal razón, en este siglo XXI no se debe desatender la educación digital, así lo interpretamos de las palabras del filósofo austriaco Wittgenstein cuando recomendaba “los límites de la lengua deben imponer los límites del mundo”.
Lo que nos debe indicar que es necesario promover una mejor interacción y comunicación entre las personas que habitan este planeta en línea, para no continuar con la división entre el mundo digital y el físico, los cuales se encuentran conectados en todos los niveles y las acciones presentadas en uno tiene enormes consecuencias en lo que ocurre en el otro.
Debemos garantizar que el ciber-ciudadano construya un horizonte moral para navegar por la red virtual
Todos los individuos deben adquirir las habilidades digitales indispensables para obtener el mejor provecho de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, para ingresar a esta nueva sociedad digital e implicarse activamente en ella y convertirse en ciudadanos digitales. Lo que busca como resultado fortalecer a las personas para cultivar los beneficios de la tecnología de una forma segura y eficiente.
Además, debemos garantizar que el ciber-ciudadano construya un horizonte moral para navegar por la red virtual, inculcándole valores como el respeto, la disciplina, la libertad y la dignidad humana, lo que ayudará a dotarlos de insumos para su vida en línea con un comportamiento apropiado y responsable.
Finalmente, se debe comprender que la web no solo es una red de computadores conectados, sino que detrás de cada dispositivo se encuentran personas de diversas características, y existe la necesidad de formarlas y empoderarlas como ciudadanos digitales en esta sociedad, que coloca al centro el internet y sus tecnologías asociadas.
Si queremos que los ciudadanos vivan en una sociedad digital caracterizada por la democracia, la inclusión y la tolerancia, ahora es el mejor momento de iniciar su formación.
Es también imprescindible establecer medidas para la enseñanza y protección de los niños, niñas y adolescentes, ya que como en el mundo real, es fundamental ofrecerles medidas que orienten su actuación virtual.
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