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Guardianes con humanidad

La Policía Nacional se esfuerza por crear las condiciones para la construcción de una sociedad con valores, mediante la prestación de su servicio. La mujer y hombre policía son seres íntegros que emplean sus sentidos para afrontar su devenir profesional, lo cual les permite servir a sus semejantes haciéndolos partícipes al empoderarlos en sus procesos de convivencia.

El uniformado de policía sirve a la ciudadanía a través de una práctica profundamente social, en donde procura entender las características inherentes a cada territorio y las necesidades de las comunidades; trabaja con ellas al involucrar a sus individuos, grupos, organizaciones, autoridades y poblaciones en su conjunto para propender por la mejora de la vida personal en cuanto su experiencia individual y colectiva.

El servicio público de policía se centra prioritariamente en las personas, como una extensión del encuentro colectivo entre dos formas de acción: la condición humana de la sociedad y la labor social y preventiva del deber policial. Por medio del diagnóstico de los fenómenos locales se diseñan y ejecutan soluciones adecuadas para que la población se fortalezca en valores y principios que incluyan a cada grupo poblacional. 

Para los policías lo más significativo es su comunidad y cada jornada de trabajo es una oportunidad de demostrarlo, debido a un verdadero servicio con sacrificio. Las mujeres y hombres, integrantes de la Institución, se comprometen de tal forma en su actuar que, se entregan sin miramientos o búsqueda de glorias personales, su recompensa se encuentra en la satisfacción de un ejercicio valiente y empático.

El servicio a los residentes de Colombia es una de las tantas manifestaciones del deber y el amor de la Policía Nacional por la comunidad. El servir a la sociedad con solidaridad engrandece a la Institución. Por medio de acciones desinteresadas, con policías empáticos y generosos, quienes son portadores de beneficios para la comunidad.

Felicitaciones a todos los integrantes de la Policía Nacional por sus 131 años de fundación. Es una gran comunidad de más de 166.000 mujeres y hombres

Para la Institución, el servicio es la actitud del cuerpo policial para responder ante cualquier requerimiento del otro, lo cual facilita construir un estado interno que destina sus capacidades para estar atentos a las necesidades de las comunidades; esto conduce a la Institución a valorizarse mediante las acciones de seres nobles, quienes de manera constante promulgan el respeto y esfuerzo en su labor como manifestaciones del amor al prójimo. Los policías, al ponerse al servicio de los demás, se engrandecen como seres humanos, y les ofrece un pleno sentido a su vida profesional.

El policía como guardián del orden ha recorrido su camino sirviendo tanto a conocidos como a desconocidos, ha aprendido a desprenderse de sus gustos y deseos, disminuyendo sus necesidades personales al privilegiar su misión y superándose como individuo y profesional de policía al desarrollar una sensibilidad ante los requerimientos del campesino, las niñas y niños, el hombre de a pie y el empresario, sin discriminar para lograr compenetrarse como miembro activo de la sociedad.

La ayuda desinteresada, en todos los aspectos del servicio policial, aleja al uniformado de policía del egoísmo, el orgullo y la vanidad. Quien cumple su tarea con sentimiento profundo y demuestra a la sociedad que una vida compartida en el sacrificio es más gratificante, más intensa, y colmada de alegría e ilusión.

Los policías son conscientes de que su misión repercute en extraños o vecinos y por lo tanto se compromete a cumplir con mayor responsabilidad y compromiso su vocación. Son verdaderos guardianes con humanidad.

Felicitaciones a todos los integrantes de la Policía Nacional por sus 131 años de fundación. Es una gran comunidad de más de 166.000 mujeres y hombres quienes con su trabajo diario y abnegada labor siembran y salvaguardan la semilla de la convivencia

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/guardianes-con-humanidad

La autoridad se respeta

¿Qué es exactamente lo que diferencia a los seres humanos de los animales? Las personas, durante su evolución, han adquirido en sociedad ciertas habilidades que les permiten ser únicos sobre la faz de La Tierra. El ser humano se comporta diferente a los demás seres vivos, en la medida que crea herramientas y objetos para facilitar sus labores diarias, así como la capacidad de emplear su imaginación para desarrollar arte, la cultura, la literatura, entre otros, como medios de expresión del hombre.

En cuanto a las similitudes entre seres humanos y los animales, estas se encuentran relacionadas principalmente con sus necesidades básicas. Ambas especies comen, duermen, descansan, cuentan con procesos de reproducción, se defienden y luchan por conservar su territorialidad desde lo individual hasta lo colectivo.

De la misma forma, muchos de los comportamientos sociales básicos del hombre están también presentes en las especies animales. La evolución indica que el ser humano desciende de los monos, y tanto humanos como chimpancés se separaron de su ancestro común hace varios millones de años; y la transición fue de forma gradual en la medida en que las primeras personas dejaron los comportamientos que todavía poseen los simios en la actualidad. Estos cambios en la socialización logran diferenciar un ser humano de un animal.

Así, una de las actividades principales que diferencian al hombre del animal es la sociabilidad, aunque los estudios científicos han demostrado que varios grupos de animales son capaces de socializar entre su misma especie e incluso con otras especies.

Pero estos no logran comunicarse plenamente, y de igual forma no construyen reglas claras de autoridad, tan solo relaciones de dominación e incluso demarcan zonas de control. La capacidad social de autorregulación y de imponer autoridad es superior en los humanos.

La familia es el principal espacio en donde se debe reconocer el concepto de autoridad, lo que indica que el hijo debe respetar a sus padres e interiorizar el arbitrio de estos…

La autoridad es la facultad que idealizó el ser humano para que en las sociedades civilizadas se mantenga un orden, y se puedan aplicar las reglas de convivencia. Esto requiere que como personas se reconozca en los diferentes ámbitos quién o quiénes son la autoridad; por ejemplo: en el núcleo familiar son los padres; en la escuela es el maestro; en el trabajo la autoridad es el jefe; en la vía pública el agente de tránsito. Comprender y respetar el concepto de autoridad evitará problemas en todos los ambientes de la sociedad.

El respeto a la autoridad contribuirá a que como sociedad se logre alcanzar una vida en paz y con la debida y correcta convivencia, en beneficio de mantener un orden social. La pieza fundamental de la aceptación del respeto y la obediencia frente a la autoridad como un rédito humano y social está en la formación en valores de los individuos.

Aunque la autoridad se comprenda como la capacidad de poder orientar al otro, es necesario que las personas y entidades investidas de autoridad la ejerzan día a día bajo los parámetros de la ley. La permisividad y el “dejar hacer” son disruptores de la autoridad que no aportan en el crecimiento de la sociedad.

La sana y correcta convivencia en una sociedad es transversal al respeto a la autoridad. Está entendida como la piedra angular para la consecución de individuos equilibrados y felices que retomen los principios morales y éticos logrados en el hogar para extrapolarlos en los entornos sociales.

La familia es el principal espacio en donde se debe reconocer el concepto de autoridad, lo que indica que el hijo debe respetar a sus padres e interiorizar el arbitrio de estos; el ciudadano requiere aceptar la autoridad en todos los aspectos diarios. Es el momento para que la sociedad elimine los procesos de consentimiento y fortalezca los valores sociales para convertirse en verdaderos ciudadanos que respetan la autoridad.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/la-autoridad-se-respeta

Mediación policial

La situación actual de convivencia en el país presenta una serie de brechas, las cuales han surgido desde el contexto social de las conflictividades diarias en comunidad que, repercuten en la individualidad del ciudadano y trascienden a lo público; escenario ideal para la exploración de la mediación policial como la herramienta para que los ciudadanos gestionen adecuadamente sus conflictos y problemas de convivencia.

Desde la ciencia de policía, la Institución se erige como ente mediador en donde debe prevalecer la educación y la prevención antes que la fuerza; de la misma forma, dicha ciencia establece que el servicio público de policía se fundamenta en los parámetros de anticipación y oportunidad, para evitar el incremento de los conflictos cotidianos, los cuales no deben desestimar porque de presentarse un mal manejo afectaría la convivencia y el desarrollo social.

Al ser la convivencia y la prevención el núcleo de la misión constitucional de la Policía Nacional, se requiere que en el marco de su mejora continua, enfocada en la cultura institucional, se fortalezca la doctrina policial fundamentada en una visión humanística, respetuosa de los Derechos Humanos y preparada para atender los cambios generacionales para servir cada vez mejor a la sociedad en general.

De esta manera, la mediación policial como un medio inmaterial de policía, se emplea para transmitir decisiones de la autoridad de policía, -establecida en el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana-, en donde se incorpora a la actividad policial que realiza el personal uniformado de la institución, de forma tal que este actúe al ser un facilitador entre las partes en conflicto y, por medio del diálogo, se expongan sus diferencias y se planteen alternativas de solución, y evitar así que trasciendan y se conviertan en un delito o una situación lamentable.

…métodos para solucionar desacuerdos, al emplear una serie de actitudes y destrezas, como son la comunicación, la autorregulación emocional, el poder de negociación, la iniciativa, y la empatía; y por encima de todo, la capacidad de comprender la subjetividad humana…

Es fundamental destacar que la mediación policial no suplanta la capacidad de reacción del servicio público de policía prestado en el territorio ante los fenómenos de multicrimen; su objetivo es fortalecer su mandato de prevención en la actividad de policía en los diferentes ámbitos de la convivencia y seguridad ciudadana.

Busca generar impactos favorables en las condiciones de convivencia, a través de relaciones armoniosas entre la ciudadanía y las autoridades del Estado las cuales desean perfeccionar su desempeño en el cumplimiento de sus fines esenciales. A nivel interno, la Institución comprende que la mediación policial es una oportunidad para fortalecer la calidad del talento humano en todos los niveles de la escala jerárquica, tanto en lo personal y lo institucional.

La mediación como práctica para tratar de manera inteligente los conflictos intersubjetivos efectúa un manejo sobre las relaciones interpersonales del ambiente laboral y del clima organizacional para resolver las tensiones casi inevitables en toda organización humana; más aún cuando se trata de una entidad con una estructura piramidal de mando y control.

El uniformado formado en técnicas de mediación tiene ya un logro alcanzado. Reconoce y se apropia de métodos para solucionar desacuerdos, al emplear una serie de actitudes y destrezas, como son la comunicación, la autorregulación emocional, el poder de negociación, la iniciativa, y la empatía; y por encima de todo, la capacidad de comprender la subjetividad humana, manifestada en comportamientos agresivos, de intimidación, violencia, entre otras formas que atentan contra la calidad de la convivencia. La mediación policial será en definitiva el recurso social de mayor proyección de futuro para dotar a las comunidades de habilidades de análisis y gestión de conflictos.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/mediacion-policial

Encuentro de comandantes

La semana que terminó, en la ciudad de Bogotá, se reunieron los directores de las diferentes direcciones administrativas y operativas, así como los comandantes de las unidades policiales a nivel país. La finalidad de este encuentro era diseñar la ingeniería del servicio policial para consolidar la confianza ciudadana en la Institución y el reconocimiento de su legitimidad y, ante todo, para mejorar la calidad en el servicio público de policía.

Se evaluaron las líneas de acción que identificarán las necesidades de la Institución en cuanto a su direccionamiento estratégico, organizacional, modernización del servicio de policía, desarrollo y profesionalización del capital humano, integridad y transparencia, para edificarse como la institución determinante en el disfrute de los derechos y libertades ciudadanas para la democracia y la convivencia.

Este tipo reuniones pretende establecer una sinergia institucional entre los distintos niveles internos de gestión, que permitan responder con un adecuado liderazgo organizacional a los retos que debe afrontar la Policía Nacional, bajo las directrices del nuevo gobierno al orientar su servicio a los parámetros enmarcados en la seguridad humana.

La principal conclusión al término de la reunión de directores y comandantes, con el ánimo de dinamizar la implementación de estrategias para la construcción de la seguridad y la convivencia en el país

El mando institucional presentó a los directores y comandantes los pilares asociados con la profesionalización de la mujer y hombre policía, y las nuevas disposiciones de modernización de la Institución, para lograr una dinámica entre los distintos niveles de gestión policial que permitan fortalecer el método de actuación conjunta con enfoque prioritario en el mejoramiento de las condiciones de convivencia y seguridad ciudadana en el territorio.

Así, en el marco de las diferentes actividades desarrolladas se establecieron acuerdos referentes al aporte de la Institución para la construcción de la paz total, la prevención de la vida a través de la lucha contra el multicrimen, la ciberdelincuencia, la protección de líderes sociales, el cuidado del medio ambiente y la ética policial, para la consolidación de la seguridad ciudadana y la convivencia.

Además, los directores y comandantes se comprometieron a liderar sus unidades en el marco del fortalecimiento de la credibilidad de la Institución ante la ciudadanía, continuar con el proceso de mejora continua y de evolución interna de los procedimientos propios de cada una de sus dependencias como una necesidad constante para brindar un mejor servicio a toda la comunidad. 

La consecución de los objetivos planteados responden al conocimiento que posee la Policía Nacional de las transformaciones sociales y los nuevos desafíos para enfrentar el delito, para lo cual se desarrollarán estrategias en donde se doblarán los esfuerzos frente a las diferentes organizaciones de multicrimen, que se mantienen como amenazas persistentes a la seguridad pública. 

La principal conclusión al término de la reunión de directores y comandantes, con el ánimo de dinamizar la implementación de estrategias para la construcción de la seguridad y la convivencia en el país, es continuar fortaleciendo la transformación institucional, la planeación y mejoramiento del servicio de policía en el marco de la seguridad humana, reafirmando la vocación y carácter civilista de la Institución y mantener la proyección de la Institución hacia el futuro con la participación de sus integrantes, y siempre pensando en la formulación de políticas públicas de bienestar y dignificación del policía y sus familias.

Felicitaciones a todos

Finalizando el mes de septiembre en el campo de ceremonias de la escuela de suboficiales y nivel ejecutivo Gonzalo Jiménez de Quesada, se realizó la ceremonia de ascenso de 413 integrantes del nivel ejecutivo y el ingreso al escalafón de 593 nuevos subintendentes de la Policía Nacional. Así mismo, se honró la memoria de 8 uniformados que ofrendaron su vida en cumplimiento del deber quienes fueron ascendidos de manera póstuma en la escala jerárquica.

Igualmente, a nivel nacional se cumplieron los actos de conmemoración para ascender a 17.629 integrantes de la Policía Nacional (5.386 ascensos en el nivel ejecutivo y 12.243 ingresos al grado de subintendente) quienes obtuvieron este nuevo logro al cumplir los requisitos internos, pero más importante aún gracias al apoyo de sus seres queridos, su vocación y ética policial, compromiso y desempeño en distintas unidades y modalidades del servicio policial.

Estos uniformados de la institución fueron promovidos y desempeñan sus labores policiales desde la espesura de la selva amazónica, con el acompañamiento de los indígenas nativos de la región hasta el archipiélago de San Andrés y Providencia de la mano y la afabilidad de los raizales de la isla; policías que han transformado esos territorios y contribuyen a la tranquilidad de Colombia.

Valientes policías que con sus invaluables servicios en la totalidad del territorio del país garantizan con su presencia no solo la paz, la tranquilidad y la convivencia, sino además acompañan a la comunidad y a las autoridades en la puesta en práctica de proyectos productivos, culturales y cívicos en un ambiente de confianza, que redunda en el desarrollo político, económico y social de la nación.

Los uniformados recién ascendidos tendrán el especial quehacer de garantizar la prestación del servicio público de policía en aquellos lugares donde son requeridos

El ascender dentro de la institución demuestra las competencias de las mujeres y hombres policías, quienes reciben un merecido reconocimiento por su contribución al objetivo de fortalecer las condiciones de habitabilidad y sosiego en distintas regiones del país, mediante labores de prevención, control, acompañamiento a la comunidad y lucha contra la delincuencia y el crimen organizado bajo la consigna del respeto de los DDHH.

Por lo anterior, la Policía Nacional comprende que sus miembros -mujeres y hombres policías- son el activo más trascendental de la entidad y por tal razón, el direccionamiento de su capital humano conformado por más de 166.000 integrantes; es uno de los procesos estratégicos fundamentales para el cumplimiento de la misión constitucional de la Institución, y base fundamental de una gestión efectiva de la seguridad humana.

Los uniformados recién ascendidos tendrán el especial quehacer de garantizar la prestación del servicio público de policía en aquellos lugares donde son requeridos. Ostentan un mayor compromiso, competencia e idoneidad articulada con una motivación que les permite seguir con los lineamientos de la dirección general de la Institución, que propicia su desarrollo permanente en cuanto a las dimensiones del ser humano -espirituales, éticas, laborales, afectivas y familiares- lo que enaltece su dignidad humana y mejoran su efectividad en el servicio.

Al lograr un adecuado equilibrio entre el desarrollo de la labor misional y la preservación del entorno personal y familiar, que le garantice al uniformado un apropiado nivel de estabilidad, se fortalecerá su productividad y reafirmará el compromiso con el código de ética policial al avanzar siempre con efectividad contra el crimen, con transparencia e integridad y respeto por los DDHH, para sembrar convivencia y estrechar los lazos de respeto con la ciudadanía. La institución invita a los recién ascendidos a renovar su juramento policial, y a conservar y aplicar los principios policiales que engrandecen su incalculable tarea. ¡Muchas felicidades! 

Nuevo comandante

Hace una semana la capital de Colombia le dio la bienvenida al nuevo comandante de la policía metropolitana de Bogotá, el señor brigadier general Carlos Fernando Triana, quien se venía desempeñando como director de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander. 

El señor general Carlos Triana es oriundo de La Peña, Cundinamarca, cuenta con más de 30 años de vida institucional. Es administrador policial, magíster en pensamiento estratégico y prospectiva de la universidad Externado de Colombia y con una especialización en seguridad de la escuela de posgrados de policía “Miguel Antonio Lleras Pizarro”.

El nuevo comandante de la policía metropolitana de Bogotá posee una amplia experiencia en el servicio de inteligencia policial e investigación criminal. En los últimos años ha liderado procesos de alta gerencia como subcomandante del departamento de Policía Tolima, comandante de la policía metropolitana de Tunja, comandante del departamento de Policía Boyacá y representó al país y a la Policía Nacional como agregado policial ante México.

La amplia trayectoria del señor general Triana le permite asumir el liderazgo de la unidad institucional más grande del país, integrada por 17 mil mujeres y hombres, quienes bajo su comando tienen la misión de mantener las condiciones de seguridad y convivencia para el ejercicio de los derechos y libertades de la comunidad de todos los residentes de la ciudad capital.

Ante los retos que presenta Bogotá en materia de seguridad ciudadana, el nuevo comandante en sus palabras en la toma de mando manifestó que con la suma de capacidades de todos los integrantes de la policía metropolitana orientará su labor a la comunidad en general y ratifica el compromiso de prestar un servicio público de policía de calidad, respetuoso de los DDHH con eficiencia y resultados de impacto. 

De la misma forma, el trabajo incansable y transparente de los integrantes de la policía metropolitana de Bogotá servirán de ejemplo a las demás unidades de la institución para enaltecer el honor del servicio policial

De esta manera, la estrategia abordaba por el señor general Triana se centrará en los pilares de prevención, disuasión y control del delito, con una perspectiva de protección en el marco de la seguridad humana según las nuevas políticas del gobierno nacional, que busca obtener una acción efectiva contra los fenómenos de violencia y criminalidad en el territorio. 

La proximidad con la ciudadanía bogotana será otro de sus lineamientos, fortaleciendo la policía de vecindario para lograr edificar entornos más seguros. La interacción con las redes ciudadanas, de taxistas, moteros, organizaciones comunitarias, asociaciones en zonas de diversión nocturna y los frentes de seguridad serán un punto decisivo para obtener mejores resultados en la seguridad y ampliar los lazos entre estas y la policía metropolitana.

Para abordar de una manera holística las complejidades en cuanto las manifestaciones sociales de la capital, la experiencia del nuevo comandante le permitirá implementar una política de diálogo con organizaciones de DDHH, estudiantiles y líderes sociales lo cual es fundamental para la labor diaria en el servicio de policía, lo que redefinirá la relación con la sociedad en general para construir escenarios de armonía. 

Cada uniformado de la metropolitana con el liderazgo de su nuevo comandante honrará el lema “Dios y Patria” con el objetivo de seguir velando por un distrito capital seguro y en paz como piedra angular de la convivencia. De la misma forma, el trabajo incansable y transparente de los integrantes de la policía metropolitana de Bogotá servirán de ejemplo a las demás unidades de la institución para enaltecer el honor del servicio policial.