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Vitalidad de las lenguas ancestrales

En el próximo mes de febrero se celebra el día internacional de la Lengua Materna y el día nacional de las Lenguas Nativas. La diversidad lingüística es primordial en el patrimonio de la humanidad. 

Cada lengua encarna la sabiduría cultural única de un pueblo, de una comunidad que se comunica y comprende el universo que lo rodea y la relación estrecha que forma con él a través de un conjunto especifico de signos y símbolos verbales y no verbales que los caracteriza. 

Esas singularidades han facilitado la creación de entre seis mil y siete mil lenguas habladas y quizá el mismo número de lenguas de símbolos. La media de las personas que se expresan con una determinada lengua se sitúa probablemente en torno a cinco mil o seis mil.

De la misma manera, más del 95% de las lenguas habladas del planeta son empleadas como lengua originaria por menos de un millón de personas; igualmente se puede encontrar cerca de cinco mil lenguas habladas por menos de cien mil personas. Es tan amplia la amalgama de lenguas en el mundo, que convergen los casos en que tres mil lenguas son habladas por menos de diez mil personas, alrededor de mil quinientas lenguas habladas y la generalidad de las lenguas de símbolos son empleadas por menos de mil personas, al término de encontrarse en 1999 unas 500 lenguas que contaban con menos de 100 hablantes según la Unesco. 

Según el Worldwatch Institute, entre el 50% y el 90% de las lenguas del planeta pueden desaparecer al finalizar el presente centenario. Esto implica la extinción de una cultura. Para algunos, esta acción es semejante, de algún modo, a la extinción de especies. 

De otra parte, los diferentes conflictos bélicos y todas las repercusiones que conllevan, coartan el uso de las lenguas nativas imponiendo la adopción de una lengua extranjera para completar el circulo de dominación. Para mantener esa influencia lingüística algunos gobiernos sancionan y han incentivado el desuso de las lenguas autóctonas, con políticas gubernamentales sociales y económicas que las desvalorizan en los sistemas de enseñanza, en donde muy pocas veces se comprende que es mediante la lengua ancestral que se puede hacer un mejor acercamiento a esas comunidades y a sus saberes. 

En nuestro país son 68 las lenguas nativas, 65 de estas, habladas por comunidades indígenas, una  lengua criolla de san Basilio de Palenque y otra del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; y la lengua Rom de las Kumpañy gitanas.

Es por esto, que Colombia afronta unos nuevos escenarios para conservar sus lenguas vivas y ancestrales, es el momento que todas sus instituciones sitúen sus capacidades y todos sus recursos y se revierta la tendencia de abandonar la diversidad lingüística y cultural, lo que redireccionará en todas los niveles a la comunidad de especialistas y actores, especialmente en un trabajo mancomunado con las comunidades étnicas, los recursos necesarios para desarrollar y fortalecer los programas de educación lingüística, aunque se cuenten con recursos técnicos muy limitados. 

Cada colombiano tiene la responsabilidad de asegurar que las lenguas ancestrales se mantengan y se perpetúen en las generaciones futuras como patrimonio social e inmaterial para que no caigan en la extinción, como han caído otras especies, incluso por acción de la raza humana. Porque si bien el mito bíblico de la torre de babel plantea la diversidad de las lenguas a un castigo, lo cierto es que la significación de la diversidad fomenta una humanidad más rica, más fuerte y compleja, tornando a los hombres y mujeres más resistentes a las catástrofes, y más aptos para sobrevivir.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/vitalidad-de-las-lenguas-ancestrales

La Sima de los Huesos

El homicidio más complejo se puede resolver incluso de la manera más ingeniosa. Por ejemplo, nos encontramos con las evidencias del que se puede catalogar como el primer asesinato de la historia. 

En la Sierra de Atapuerca en el sitio denominado La Sima de los Huesos (España), -el mayor yacimiento de fósiles humanos de la historia-, se hallaron restos óseos de un joven homínido quien vivió hace más de 430.000 años y sus huesos gritan que fue asesinado. Estos presentan unas fracturas en la parte frontal del cráneo causadas con algún objeto contundente. 

En este hecho especial surge, después de todos estos años, una prueba reina, un testimonio mudo, que al elaborarse los correspondientes modelos digitales, nos enseña que se cometió la acción, aún estando con vida el individuo.

La forma de un cráneo golpeado que posee carne, tiene una tipología determinada, en donde el hueso se convierte como un cuerpo elástico. Igualmente las fracturas presentadas son características en las lesiones de un enfrentamiento cara a cara, por tal motivo les confirmaba a los investigadores que el sujeto recibió los golpes antes o justo en el momento de la muerte. Además es importante complementar que los investigadores no han encontrado señales de cicatrización ni de recuperación del tejido óseo. Tal paliza fue mortal, definitivamente fue un asesinato.

En la Alejandría del s. XVI, contamos con el testimonio, tal vez más remoto, acerca de la utilización del conocimiento científico para la investigación de delitos. Siempre el ser humano ha tenido la necesidad de concluir y esclarecer los hechos criminales, especialmente aquellos que involucran segar la vida de otros. En el nacimiento de la criminalística contribuyeron sustancialmente los galenos, prioritariamente los médicos forenses.

En el país se abre la historia de la criminalística de manera oficial el 15 de octubre de 1914, con el magnicidio del general Rafael Uribe Uribe, héroe de la guerra de los Mil Días, quien fue agredido con hachazos en el pórtico del Capitolio Nacional por los artesanos: Leovigildo Galarza y Jesús Carvajal. Los victimarios rápidamente fueron identificados y entregados a las autoridades. 

El examen realizado al cuerpo del general y su correspondiente reseña fotográfica con las huellas de los asesinos, sin lugar a duda son las primeras evidencias de elementos materiales probatorios, utilizadas dentro una investigación criminal en el país.

Procedimientos que con el paso de los años fueron evolucionando y perfeccionando sus técnicas científicas. Lo que nos ha llevado a resolver los casos más complejos en estos 125 años y contribuir con la identificación de los restos de las víctimas de homicidio y desaparición en el marco de la finalización del conflicto armado en Colombia.

Ante este escenario, el señor Director General de la Policía Nacional, Gral. Jorge Hernando Nieto Rojas, en uno de sus cuatros horizontes institucionales propuestos, ha fundamentado la optimización de la investigación criminal que ayude a fortalecer los cimientos de una nueva etapa de la historia colombiana en donde disminuya la impunidad y los investigadores puedan, como en el caso de La Sima de los Huesos, comprender el testimonio mudo de las víctimas.

Porque más que un anhelo institucional es un compromiso histórico que adquiere la Policía Nacional con el país y la comunidad internacional.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/la-sima-de-los-huesos

Ni lo uno, ni lo otro

Como “ninis” conocemos en Latinoamérica a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, se presenta este fenómeno en uno de cada cinco muchachos, quienes poseen un promedio de edad entre 15 y 24 años. El Banco Mundial nos informa que existen en la región cerca de 20 millones de sus habitantes en esta categoría. Notamos con preocupación que esta cifra dobla a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Colombia se encuentra en el top tres, compartiendo este deshonroso ránking con Brasil y México, países que poseen problemas progresivos con economías inestables y desiguales, en Colombia se estima un total de 1,7 millones de “ninis”.

En el país contamos con un total de 6,3 millones de jóvenes disponibles para el mercado laboral, pero 1,3 millones están desempleados. Teniendo una particularidad, las mujeres jóvenes es el grupo más golpeado, quienes han alcanzado tasas de desocupación superiores al 20%. 

Sin lugar a duda el activo más valioso de un país son sus jóvenes, pero son quienes han tenido que pagar los costos más altos a raíz de la crisis económica desde 2008. Factores como la alta deserción escolar, el embarazo en adolescentes, matrimonio a temprana edad y desempleo juvenil, son las primeras causas por las cuales aparece el fenómenos de los “ninis”. 

Esta población surge desde el inconformismo que padecen los niños y jóvenes ante las dificultades de la crianza recibida por sus padres y maestros, son muchachos que han crecido con una suma de temores, intensamente indecisos, sin un desarrollo personal, nunca han aprendido a tomar decisiones y los hunde el estar instalados, leamos bien, en un confort familiar que les niega muchas oportunidades.

Igualmente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) nos informa que en la región, uno de cada tres jóvenes han estado desempleados durante el último año y claramente quedarán rezagados sino lo encuentran rápidamente. Seis de cada diez jóvenes que logran ocuparse estarán en la obligación de aceptar empleos informales con mínima protección y bajas bonificaciones.

En Centroamérica, en donde sus países poseen altos índices de violencia asociada al narcotráfico, solo obtendremos como resultado que muchos jóvenes inicien y se establezcan en los carteles de droga y desde luego en otras actividades delictivas, en Colombia se asocian a grupos armados ilegales, organizaciones dedicadas al narcomenudeo o delincuencia común.

Lo anterior a raíz de un incremento de la proporción de “ninis” hombres y una necesidad creciente de las estructuras delincuenciales de reclutar un mayor número de colaboradores, ha conllevado que cada día se aumente los “ninis” en actividades criminales. 

Debemos solicitar a las autoridades el fortalecimiento de políticas publicas de protección social, con la creación de escenarios propicios de capacitación para el empleo e incluso de empleo temporal, la otra sugerencia es no incentivar la demanda de trabajadores con baja escolaridad, esto puede incentivar el abandono escolar. 

Para finalizar, la experiencia nos indica que un punto importante para combatir el fenómeno, es la generación de un sistema educativo incluyente con intervenciones tempranas y capaz de proveer educación de calidad, que evite una deserción escolar en la población vulnerable.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/ni-lo-uno-ni-lo-otro

El Akitu

Como balance de la Nochebuena y para avizorar los eventos de la noche de Fin y Nuevo Año, me corresponde manifestarles que con grandes esfuerzos institucionales se cumplieron los objetivos establecidos dentro del Plan Integral “Por una Navidad Segura y en Paz”, al respecto de brindar una navidad con el mayor sosiego posible.

En forma general, los colombianos dieron una gran muestra de civismo y se vivió una de las navidades más tranquilas de los últimos tiempos, informó nuestro Director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional.

La Policía Nacional atendió 116.602 llamadas a través de las líneas de emergencias, de las cuales 7.422 correspondieron a cuadros de intolerancia que fueron atendidos oportunamente por los cuadrantes. Por tercer año consecutivo en esta fecha, no se presentaron muertes en accidentes de tránsito por conductores en estado de embriaguez. La Dirección de Tránsito y Transporte realizó 1.812 pruebas, de las cuales 30 resultaron positivas. Es decir, apenas 2% de las personas requeridas marcaron algún grado de alcohol.

Aunque se muestra un positivo balance en cifras, es desafortunado que se presenten aún víctimas fatales en especial en estas fechas de fin de año, que deben ser para enarbolar la vida y la convivencia pacífica de todas las comunidades.

Es así que la Policía Nacional viene desarrollando su Plan Estratégico Institucional “Comunidades Seguras y en Paz-Visión 2030” en donde se busca afrontar de manera diferencial y focalizada las necesidades de todos los colombianos, en materia de seguridad y convivencia.

Por esto contamos entre otras herramientas, con una nueva modalidad de servicio de policía el “Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes”, la cual genera un servicio integral que responde a las exigentes demandas actuales de seguridad, brindando responsabilidad individual a los uniformados a quienes se les asigna una jurisdicción específica, determinada por unas características geográficas y de atención del fenómeno delictivo y de riesgos sociales.

Igualmente con una metodología científica aplicada a los cuadrantes mediante procesos, procedimientos y herramientas de planeación, seguimiento y evaluación, que interactúan con las capacidades de las diferentes especialidades del servicio de policía como, policía judicial e inteligencia, con el fin de prevenir y contrarrestar los hechos de violencia y criminalidad que más afectan al ciudadano. Contando en la actualidad con más de 4.858 cuadrantes en servicio en todo el país.

Justamente como en El Akitu, festival babilónico, rito con más de cuatro mil años, que funge como primer registro antiquísimo de la celebración del Año Nuevo en el equinoccio vernal, debemos entender que como seres humanos, somos indudablemente sociales, siempre hemos usado rituales individuales o colectivos, porque dan significado a la existencia.

Arraigado en la cultura popular, nos indica que cada cierto período mediante ágapes y convites, realizamos ceremonias para marcar las etapas que dan importancia a nuestras vidas y ésta desde luego es una de ellas, pero invitamos a vivirla con moderación y con respeto al otro.

Esperamos que esta gala nos sirva para reflexionar sobre las acciones realizadas en el año que se despide y desde luego hacia el porvenir, recapitulemos lo bueno y lo malo del presente período y realicemos resoluciones en el Año Nuevo, las cuales con una estrategia planificada lograremos ver cumplidas finalizando el 2017. Feliz Año, Dios y Patria.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/el-akitu

El infortunio de Dioniso

Tengo hoy que compartir en este espacio y con relación de los actuales convites de fin e inicio de año, una preocupación creciente al respecto del consumo de alcohol. Esta es una sustancia psicoactiva, catalogada como una droga que genera dependencia, la cual deprime el sistema nervioso central, reduce notablemente las inhibiciones y desde luego deteriora el juicio, consumirlo en demasía puede conducirnos a un estado de coma e incluso la muerte.

Desde tiempo antiquísimos los cereales fermentados, el zumo de algunas frutas y la meloja, han sido empleados por el hombre para fabricar alcohol, igualmente en los inicios de la civilización egipcia se conocía las bebidas avinagradas con la única finalidad de enajenar la mente. En China en el año 7000 a. de C. ya existían evidencias de la fabricación de menjurjes embriagantes, muy similar en la India entre los años 3000 y 2000 a. de C. en donde se destilaba una bebida a base de arroz, llamada “sura”.

Ya en la literatura griega surgieron evidencias de diferentes advertencias contra los excesos de la  ingesta de licor y su primer elixir alcohólico fue un fermento de miel y agua, los babilónicos adoraban a una diosa del vino tan antigua que data del año 2700 a. de C. mientras tanto en nuestros territorios la reina era la “chicha”, producida a base de maíz, uvas y otras frutas, ingerida por los indígenas habitantes de Los Andes. Otras civilizaciones nativas americanas también desarrollaron durante la época precolombina un sinnúmero de bálsamos para beberrones.

En América, poseemos el segundo lugar en el lamentable ranking de consumo per cápita entre todas las regiones que monitorea la Organización Mundial de la Salud, OMS, después del viejo continente, de la misma manera la región posee el índice de abstención más bajo de consumo durante la vida, como lo vemos es sumamente preocupante y será difícil de cambiar en un corto plazo.

En un año en el mundo se producen por su dispendio aproximadamente 3,3 millones de muertes, según la OMS, lo que significa un 5,9% del total de las defunciones del planeta, generando también cerca de 200 enfermedades y trastornos, el grupo etario más afectado son las personas de 20 a 39 años. Se ha determinado una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el VIH/sida y más allá de las consecuencias sanitarias, el alcohol produce pérdidas sociales y económicas valiosas. Tanto para las personas y la sociedad en general.

Es ineludible que las autoridades atiendan la sugerencia realizada por muchas voces, como responsables para formular, aplicar, vigilar y evaluar las políticas públicas necesarias para lograr la interdicción en el consumo de licor.

Se necesita que se regule la comercialización a niños, niñas y adolescentes, restringir cada vez más la disponibilidad de bebidas alcohólicas, expedir normas aún más estrictas sobre la conducción de vehículos en estado de embriaguez, en otros países el solo hecho de manejar con el mínimo grado de ebriedad, ya es un delito, imponer una tributación sumamente alta a estas bebidas y otorgar tratamientos accesibles a las personas que padecen el trastorno por el abuso del alcohol.

El infortunio final lo debe sufrir Dioniso, dios del vino, y así aportaremos para salvar la vida de más de 3 millones de personas al año en el mundo.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/el-infortunio-de-dioniso

La diosa Salus

En China en el siglo IX, por lo que podemos considerar un curioso accidente, fue descubierta la pólvora, por un alquimista quien buscaba el elixir de la eterna juventud. En ese momento, el primer explosivo de la historia, siendo utilizado en usos ceremoniales y religiosos.

Cuenta la tradición oral que su empleo se expandió desde Japón a toda Europa, por intermedio de un monje peregrino, quien enseñó su formula al abad en un monasterio en donde una noche solicitó posada.

El religioso quien lo alojó, en la mañana siguiente le observó debajo de sus vestiduras eclesiásticas, un rabo peludo: era el diablo en persona quien venía a cundir el pánico. 

En América, las culturas prehispánicas ya practicaban formas de manipular el fuego en cultos místicos y con la llegada de los conquistadores, también la pólvora, dispuesta para doblegar a los pobladores del continente; incluso dentro del propio territorio descubrieron yacimientos de salitre y azufre, para fabricar pólvora.

Posteriormente, Messía de la Cerda, virrey de la Nueva Granada, de 1761 a 1772, creó la Real Fábrica de Pólvora de Santa Fe, y desde esa época en toda Colombia por el fuerte arraigo cultural que nos caracteriza, es usada especialmente en las festividades de fin de año, fiestas patronales, convites de quince años y diferentes aniversarios.

La llegada de diciembre estimula el uso de pólvora, la cual se asocia con el incremento de lesiones por quemaduras, causadas en las actividades relacionadas con su cadena logística, pero sobre todo por la manipulación y uso inadecuado, principalmente en niños, niñas y adolescentes, generando graves consecuencias como incapacidad y muerte; vale anotar que sus altos costos de atención afecta de forma general el sistema de salud. 

El Instituto Nacional de Salud, ente encargado de realizar la vigilancia de las lesiones por quemaduras, nos informa que entre 2008 y 2013, se presentaron 6.585 lesiones en el país, correspondiendo por manipulación el 63% y como observadores el 21%, los casos desde el inicio del análisis aumentaron paulatinamente, presentando un leve descenso en el 2013. En el 2015 se reportó un total de 917 casos, el 42% correspondió a menores de 18 años y se registraron tres muertes. En el Quindío se registraron 20 quemados, tan solo uno menos que en el periodo anterior.

Por lo tanto, la forma correcta de evitar quemaduras por fuegos artificiales es la prevención y la implementación de políticas públicas, tomemos como ejemplo el Reino Unido que posee una legislación fuerte al respecto desde 1875, con un impacto positivo.

Invito a no manipular pólvora y presenciar de manera masiva las exhibiciones profesionales de juegos pirotécnicos que siempre nos han maravillado, para alejar de nuestras vidas a ese peregrino de rabo peludo quien pretende dañarnos la salud e invocar a la diosa Salus para nuestra protección.