Descuadre social y la IA

PorJimmy Bedoya

19 febrero/2024 , , ,
Inteligencia artificial, IA

La mayoría de personas consideran que la inteligencia artificial (IA) es una innovación reciente, sin embargo, el término fue acuñado en 1956. Y su desarrollo ha evolucionado a partir de la propuesta de Alan Turin cuando en 1950 afirmó que las máquinas podrían llegar a pensar. Turin fue un matemático que logró descifrar el “Código Enigma” de los Nazis, una contribución esencial para dar fin a la Segunda Guerra Mundial.

La IA ha madurado desde esa primera exploración. Hoy los científicos la consideran como una tecnología necesaria para ser usada en cada ámbito de nuestra sociedad. Sin lugar a dudas, la IA aporta en mejorar la calidad de vida y ayuda a superar las brechas globales como el cambio climático o las crisis sanitarias, un ejemplo claro fue su uso en la pasada pandemia.

Así, los algoritmos que produce la IA están transformando nuestra existencia. Desde influir en las relaciones sociales y sentimentales con un sinnúmero de aplicaciones para citas; ayuda en la administración eficiente del hogar al aportar sugerencias en las compras cotidianas; recomienda las opciones del entretenimiento que consumimos (música, películas, series); hasta se involucra en el debate público y estimula la polaridad en la sociedad, entre otras actividades comunes.

Hace una semana, Sam Altman, director general de Open AI, agencia creadora del ChatGPT, se manifestó al respecto del riesgo asociado a la IA, el cual le tiene alarmado al describirlo como un “descuadre social muy sutil”. Desde luego, no hizo alusión a películas de ciencia ficción con robots que dominan el mundo. Su inquietud radicó en la experimentación de cambios inadvertidos en la implementación y avance de esta tecnología que descarrilarían su propósito principal: facilitar la vida humana.

Turin fue un matemático que logró descifrar el “Código Enigma” de los Nazis, una contribución esencial para dar fin a la Segunda Guerra Mundial

Las naciones y las grandes organizaciones están destinando enormes volúmenes de dinero para el desarrollo de los sistemas de IA, y quienes aún no invierten deberían considerarlo por su aporte en la transformación inevitable para la sociedad moderna y su entorno. Pero, de forma directamente proporcional al expandirse el uso de la IA, crece la preocupación con respecto a los efectos negativos de la IA al aumentar el declive de valores esenciales como la equidad, la libertad, la privacidad, la seguridad y la responsabilidad.

Entonces para afrontar estos temores debemos plantearnos varios interrogantes ¿es concebible actuar éticamente sin conciencia y sin conocimiento por medio de la IA?, y, ¿cómo podemos desarrollar una IA que le sirva a las personas y no que las perjudique? Estos no son cuestionamientos novedosos en sí mismos, cada vez que se implementa una nueva tecnología la humanidad se ha enfrentado a los cambios que conlleva; sin embargo, la globalización y la dependencia en los sistemas informáticos produciría un efecto en cadena nocivo.  

Uno de los principales riesgos en el manejo de la IA es delegar más actividades a esta, y proporcionarle cada vez una autonomía mayor y funciones para que controle el curso de nuestras vidas e incluso nuestro albedrío, lo que nos convertiría en seres complacientes y dominables, permitiendo usurpar nuestro pensamiento y la toma de decisiones humanas.

Es necesario considerar que al hablar de los peligros de la IA, aunque se advierte un descuadre social, está muy lejos de causar un caos colectivo, todo lo contrario, somos los seres humanos los que sin un nivel civilizatorio adecuado se generará lo que todos tememos, un escenario en donde gracias a nuestra condición humana destructiva se hable de un “apocalipsis”.

PUblicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/descuadre-social-y-la-ia

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.