La Policía Nacional a través de la historia ha demostrado su compromiso con el país de una manera holística. Se conjugan en sus 130 años de existencia imágenes, recuerdos, experiencias, y el conocimiento de la patria, para fortalecer la convivencia por medio del acompañamiento institucional en la construcción de la nación.
Los valores policiales se encuentran intrínsecamente relacionados por el amor a la patria. La Institución es la responsable de velar por la vida, honra y bienes de los ciudadanos mediante su patriótica e incansable labor al ser factor determinante en la defensa de todos los residentes del país; tal como se reza en su lema “Dios y Patria”.
Este mes en que se celebra un año más del Grito de Independencia, es el momento para recordar la historia institucional, construida con la profunda vocación de servicio desde los denominados “serenos”, con sus rústicas prendas, ruana, sombrero y farol en mano hasta el día de hoy con las mujeres y hombres vestidos de azul y damero, quienes hacen posible el sosiego y seguridad en las cuadras de pequeños caseríos y en las grandes ciudades del territorio.
La institución policial siempre ha estado en función de la protección y seguridad de la ciudadanía. Hoy en día refuerza ese amor patrio con la nueva estrategia del servicio de policía: “Plan Vecindario”, que busca mejorar los niveles de percepción de seguridad en las comunidades al reincorporar en el servicio de vigilancia el concepto del policía de la cuadra, aquel que conocía los problemas y requerimientos del sector, y quien además inspiraba respeto y afecto por toda su comunidad.
De esta manera, la Institución reitera su juramento policial mediante el cumplimiento de su misionalidad al establecer como prioridad al ciudadano y su seguridad, ideal que se fomenta en los uniformados con el desarrollo del ejercicio de la doctrina y las políticas institucionales, y así constituirse en un referente en su seguridad y responderle a las comunidades con ahínco, compromiso y patriotismo.
El deber misional y el amor de la Institución por la patria se concentra en el corazón de cada uno de sus mujeres y hombres policías; ese el motor de la vida policial y se afianza en los ciudadanos la certeza de sentirse protegidos, y confiados en que la Institución se ocupa de instituir el sosiego y la seguridad tan anhelada.
La historia de la Policía Nacional la han construido sus miembros, quienes con sus atributos de servicio a Colombia la han consolidado con el acatamiento de sus labores misionales para ofrecer lo mejor a la nación. Hasta ofrendar la vida y la integridad por salvaguardar a la comunidad. En la memoria se conserva los grandes héroes de la Institución, mujeres y hombres uniformados, consagrados en la inmortalidad del servicio como legado de lo realmente imperdurable: el amor a la patria.
La Institución es tan fuerte como la comunidad a la que sirve. Por tal motivo es necesario que cada individuo se libre de la indiferencia social y se involucre con civismo, corresponsabilidad, sentido de pertenencia, trabajo en equipo y de participación ciudadana, para el mejoramiento de sus entornos. En la práctica, la sociedad requiere ser consciente de sus problemas para convertir la crisis en la gran oportunidad de emplear las capacidades existentes en todo ser humano, descubrir líderes ocultos, personas valiosas y comprometidas que entiendan el valor del esfuerzo colectivo y cada miembro de la institución renovará su responsabilidad en estas nuevas realidades para alcanzar una nación más sólida y con mejores niveles de convivencia.