Para la Policía Nacional en el marco de su Proceso de Transformación Integral es estratégica la evaluación de la trayectoria profesional, el plan de carrera y la implementación de un método de asignación de responsabilidades al interior de la Institución a través de elementos econométricos y con el diseño de un Baremo. Dicha estrategia permite detectar las fortalezas y debilidades de los uniformados de policía para hacerlos crecer profesionalmente, lo que logra mejorar la gestión en la Institución de su capital humano y el cumplimiento de la misionalidad.
La evaluación de la productividad de los policías será un procedimiento sistemático para medir, calificar e influir sobre las cualidades, comportamientos y resultados relacionados con la labor propia; con la finalidad de comprender en qué medida es productivo el uniformado, y cómo potenciar su rendimiento en el futuro. Para alcanzar este objetivo se desarrollará una metodología con un sistema de seguimiento y medición sumado al esfuerzo de toda la Institución, para aprovechar al máximo el recurso más trascendental de la entidad: sus funcionarios.
La valoración del desempeño laboral de los uniformados de la Institución es una herramienta vital para el servicio público de policía, en la medida que admite conocer de primera mano las proyecciones en la carrera policial de sus integrantes. Estos indicadores precisan sistemáticamente, y con la mayor objetividad requerida la actuación del funcionario durante un determinado tiempo, en relación con la responsabilidad dada y su contribución al cumplimiento de los objetivos estratégicos.
Para conducir el producto de la evaluación al ámbito deseado es fundamental preparar una serie de acciones centradas en obtener la retroalimentación necesaria para evaluar al funcionario de policía, al proporcionar información de cómo ha sido su labor en los últimos cargos o en el periodo más reciente. Esto ayuda a mejorar la comunicación y a comprender las necesidades de los policías, incluso la evaluación determinará con la data recopilada quiénes están preparados para asumir nuevas responsabilidades.
Otro de los aciertos esperados es aumentar la motivación del personal uniformado en razón de exaltar los resultados de los mejores integrantes y propender para que todos los policías alcancen excelentes logros. De igual forma, se reducirá el bajo rendimiento de los uniformados que no cumplan los estándares, por cuanto los jefes inmediatos podrán identificar y ayudar aquellos que no obtengan las expectativas esperadas, al detectar sus debilidades o puntos de mejora, y se establecerán planes de formación interna o de capacitación.
Así mismo aportará para la toma de mejores decisiones sobre la administración del personal de una manera cada vez más objetiva y meritocrática, e incrementará el rendimiento de sus miembros al orientarlos al respecto de lo que se debe y no se debe hacer, para adoptar buenas prácticas, evitar los errores ya identificados y replicar infructuosamente procedimientos probados como ineficaces, o adelantar procesos exitosos en ciertos contextos, pero inaplicables en otros.
La evaluación de los méritos, afectaciones o aportes de los policías será el resultado de un proceso innovador que conducirá a la Policía Nacional a reflexionar y prepararse acertadamente para insertarse en las nuevas realidades con un sello de efectividad, autoridad y legitimidad; al medir la gestión de sus integrantes con el fin de promover la excelencia, las buenas prácticas y el mejoramiento continuo, enmarcado dentro de los lineamientos de la política institucional.