Experiencia: disuasión focalizada

Las organizaciones delincuenciales y los agentes generadores de violencia se constituyen en un fenómeno que causa un fuerte impacto en Colombia. Por lo cual, las instituciones del Estado comparten un desafío en común relacionado con la seguridad de sus habitantes, y es una de las brechas más críticas para resolver en la actualidad. Lograr la reducción de la criminalidad requiere una planificación y articulación de capacidades de toda la sociedad.

En consecuencia, paliar el crimen requiere de una metodología que posea una extensa red de iniciativas, programas y actividades; que permitan abordar una amplia cantidad de conductas delictivas, a través del diagnóstico de los diversos factores que contribuyen al hecho punible y a la delincuencia. Prevenir acciones salva vidas, evita daños físicos y psicológicos, y reduce el coste asociado a sus víctimas y otros costos sociales, económicos y políticos. 

Es por ello, que la Policía Nacional dentro de su responsabilidad de reprimir el delito, interviene la criminalidad mediante la microfocalización utilizando técnicas de las ciencias del crimen y la analítica anticipativa del delito. En este sentido, busca determinar las causas que originan los comportamientos delictivos en las personas, en función de analizar los efectos de la inseguridad ciudadana en la sociedad, y proponer tareas que mitiguen o desaparezcan el impacto criminal.

Con la articulación de las capacidades de policía y las autoridades locales, la Institución con una perspectiva de intervención basada en evidencia, ha determinado con una ingeniería estratégica un método para la disuasión del delito, fundamentada en el análisis de datos para la contención y reducción de la criminalidad, denominada disuasión focalizada. Basada en cinco componentes: control y prevención, innovación social, disuasión y persuasión, disrupción del delito y microgerencia. 

En consecuencia, se estableció los parámetros para concentrar todos los esfuerzos necesarios que permitan impactar en el territorio los diferentes fenómenos delictivos, mediante el diseño y la puesta en marcha a nivel local de elementos que posibilitan contener el accionar de los actores criminales y reducir su violencia; y de la misma forma alcanzar el objetivo de contener la reincidencia delictiva.

Por lo cual, la Institución dispuso una prueba piloto, en donde se propone prevenir el delito mediante el análisis realizado sobre los problemas delictivos más apremiantes; comunicando de modo claro y creíble las amenazas de la aplicación de la ley a delincuentes de alto riesgo; proporcionando con mayor rapidez recursos policiales si estos criminales continúan su actuación.

La experiencia aplicada en el 2021 en la ciudad de Bogotá permitió observar sus primeros resultados en un trabajo articulado con la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia Ciudadana y la Fiscalía General, que indicaron reducción del homicidio durante el segundo semestre equivalente al 22% en los segmentos intervenidos en la capital. Posteriormente, la iniciativa fue desplegada en todo el país por orden de la Dirección General de la Institución.

Esta estrategia crea un engranaje en la actividad policial, investigación criminal y los programas sociales, el cual amplía el efecto disuasorio, avanzando hacia la conformación de espacios defendibles. Como una de las lecciones aprendidas se identificó la efectividad en la construcción de equipos en persecución penal que incluyen analistas criminales e investigadores de policía judicial, inteligencia y fiscalía lo que incrementa los resultados en las acciones institucionales para el cese de la actividad delictiva.

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.