Fin de año

El 2018 está terminando y con el nuevo año inicia la oportunidad para dar continuidad a los buenos propósitos personales, familiares y desde luego profesionales. Igualmente la nochevieja es el espacio propicio para compartir con nuestros seres amados y amigos el comienzo del periodo entrante, evaluar el avance de los proyectos planteados en el mes de enero y despedir la anualidad que termina. 

Existen muchas tradiciones y simbolismos que se realizan en esta última noche del año en el seno de los diferentes hogares alrededor del planeta para recibir el año nuevo. En Colombia hay una gran variedad de costumbres que se encuentran arraigadas en la cultura popular y son transmitidas en cada generación, en especial aquellas que nos invitan a establecer las metas a realizar durante el siguiente ciclo de vida.

Los proyectos deben girar en el desarrollo de un esquema organizacional estableciendo un orden de prioridades, valores y expectativas que como personas soñamos para nuestro destino y lo primordial es planear la forma en que deseamos como se quiere vivir, así mejora el bienestar individual al obtener el control de los propósitos y el modo en que luchamos para lograr el resultado, alcanzando una satisfacción al disfrutar en su totalidad la vida y recibiendo la felicidad plena.

Es el momento además para que los objetivos que nos planteemos durante este último día del año se conviertan en planes a corto, mediano y largo plazo, para que ya interiorizados en los primeros meses siguientes se traduzcan en parte de nuestro proyecto de vida.

Entender que en el momento de no ser posible cumplir el programa propuesto, esto no será un desastre, es parte del proceso y lo meritorio es no darnos por vencidos

Sin embargo, antes de comenzar a esbozar nuestros lineamientos estratégicos, es valioso analizar si las metas que nos proponemos son realistas y no nos generarán falsas expectativas, de lo contrario lo más probable es que nos creen sensaciones de frustración y desánimo que lograrán que no nos acerquemos al objetivo deseado.

Finalmente, las siguientes recomendaciones nos servirán para afianzarnos en la construcción de unas metas lo suficientemente fuertes para no errar en su cumplimiento. Se debe establecer pequeños objetivos que nos lleven a obtener victorias tempranas lo que nos encaminará al logro de esa gran meta, esto es más fácil que controlar grandes cambios a la vez. Siempre basarnos en los valores personales, así existirá un propósito sólido detrás del proyecto.

Entender que en el momento de no ser posible cumplir el programa propuesto, esto no será un desastre, es parte del proceso y lo meritorio es no darnos por vencidos. En la implementación de nuestras resoluciones usar el verbo “hacer” y no el “tratar”, este último no indica acción alguna. Recordar que no hay prisa, el 2019 no es límite, sino la fecha de inicio. Feliz año nuevo. Dios y Patria.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/fin-de-ao

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.