Fútbol: en blanco y negro

El deporte y principalmente el fútbol es una característica especial de nuestra civilización. En el arte rupestre, encontramos manifestaciones en donde se recrean hombres prehistóricos en juegos rudimentarios, igualmente en la obra homérica se relatan expresiones de juegos competitivos. De todas las actividades deportivas, desde la Edad Media, como parte de la cultura de Occidente; y durante la Grecia clásica hasta los albores de la Modernidad, se han desarrollado una serie de juegos que en la época industrial, se convertirían en la base del deporte moderno. El fútbol en particular cuenta con más de 200 años de historia.

El fútbol, es una de las competencias físicas que más generan pasión y convocan a gran parte del colectivo social. Sin lugar a exageraciones, no existe otro deporte que nos identifique más como país, nos reuna sin distingos políticos, raza, condición sexual o dogma religioso. Es uno de los fenómenos que forma parte de la cotidianidad del ciudadano de nuestro tiempo y sobre él, encontramos información disponible en todos los medios de comunicación alrededor del planeta, ayudando a entender su globalidad.

La violencia en las canchas de fútbol ha llegado a niveles en donde es cotidiano observar puntapiés, codazos, cabezazos y hasta mordiscos. Y las celebraciones tampoco han sido del todo pacíficas, por ejemplo: durante nuestro primer triunfo en la anterior Copa Mundo se presentaron hechos lamentables en Bogotá; en Chile, en las celebraciones de la misma, se incineraron autobuses y se generaron enfrentamientos con la policía. Además el deporte está asociado con los conglomerados denominados “barras bravas” en algunos países latinoamericanos, situación por la que se trabaja a diario para eliminar en el país y fortalecer un barrismo social.

Singularmente, el mismo deporte que provoca estas acciones en los estadios y fuera de ellos, es una herramienta para lograr todo lo contrario: para que individuos y comunidades vulnerables a la violencia, aprendan a vivir en paz. Existen sinnúmero de modelos en toda la región, desde el fortalecimiento de equipos infantiles en El Salvador, la gestión para construir un estadio por parte de un sacerdote en Honduras y en Colombia la creación de fundaciones que ayudan a las comunidades más frágiles, para que en el fútbol encuentren una opción de vida y se liberen de la intimidación del narcotráfico y las pandillas.

En el país, con la participación de todos los responsables de la práctica del fútbol se construyó el “Plan Decenal de Fútbol 2014-2024”, el cual tuvo como base la encuesta “El Poder del Fútbol”, realizada por el Centro Nacional de Consultoría. Plan que es un aporte fundamental para la reconciliación que todos anhelamos, una apuesta colectiva para erradicar la violencia y un insumo para los diseñadores de las políticas públicas para fortalecer la seguridad, comodidad y convivencia, relacionadas tanto con su práctica profesional, aficionada y recreativa. Queda en manos de todos impulsarlo como herramienta de transformación social para estos 10 años.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/futbol-en-blanco-y-negro

PorJimmy Bedoya

Coronel(r) con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, liderazgo, capital humano y control interno.