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Nuevos generales

En ceremonia especial presidida por el presidente de la República y realizada en la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”, nueve coroneles de la Policía Nacional, entre ellos dos mujeres, ascendieron al grado de brigadier general. Además, el director de la Institución, el mayor general Henry Armando Sanabria Cely ascendió a general, máximo escalafón de la jerarquía policial. A su vez, un sacerdote de la iglesia católica y brigadier general recibió las insignias de mayor general.

Los altos oficiales recibieron sus bastones de mando el viernes pasado en la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula Santander”, por parte del cuerpo de generales en cabeza del director general, el señor general Henry Armando Sanabria Cely, como insignia de liderazgo y autoridad ante quienes tendrán la inmensa responsabilidad de dirigir los designios de la Policía Nacional.

El bastón de mando describe al líder que recibe el título de general de la república, como atributo de autoridad y de la capacidad que el Estado le otorga para la dirección de unidades de la Policía Nacional. Establecido desde la década de 1960,  es el elemento esencial en el uniforme de  los oficiales que llegan al generalato.

Dicho elemento otorgado a los nuevos generales es un símbolo que enaltece a quien lo porta. Es un recordatorio del más excelso compromiso que cada uno de ellos, con más de 30 años de servicio policial, adquiere con la nación, a través de su vocación de entrega sin limitaciones en pro de la seguridad y bienestar de los residentes de Colombia, desde el sacrificado y honroso actuar policial.

…quienes bajo la solemnidad de la ceremonia de entrega de bastones confirman que son partícipes de una institución con el mejor capital humano, afianzada en los pilares policiales…

El diseño del bastón de mando contiene en sí mismo un significado especial. Está torneado en forma cónica y termina en una estructura metálica como señal del inicio de la carrera policial, la extensión en material de ébano oscuro es una representación de la fortaleza y solidez, con el propósito que debe caracterizar al uniformado en su quehacer policial: autenticidad, sencillez y nobleza, para junto con el trabajo en equipo cimentar las bases de la convivencia pacífica. 

La importancia de este distintivo es tal, que incluso debe portarse con un código preciso, se ubica en la mano izquierda tomado por el cuerpo haciendo línea con el brazo y con el regatón hacia adelante y abajo. Se usa para asistir a formaciones, ceremonias y demás eventos especiales dentro y fuera de la Institución.

El ser general de la Policía Nacional representa la autoridad que se ejerce con veracidad, libertad, justicia, pulcritud y basándose siempre en los postulados filosóficos de la Institución. Mediante el ejercicio de la potestad practicada en términos de un servicio desinteresado a la comunidad bajo los principios del respeto a los DD. HH.

Los líderes policiales en el grado de general se inscriben en un sistema de valores que está por encima de ellos, quienes bajo la solemnidad de la ceremonia de entrega de bastones confirman que son partícipes de una institución con el mejor capital humano, afianzada en los pilares policiales y plenamente comprometidos con la misión constitucional. 

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/nuevos-generales

El alma de la ciudad

El ser humano no siempre vivió en ciudades, por miles de años los hombres llevaron una vida nómada. Posteriormente, la agricultura originó la construcción de pequeños asentamientos estables como paso inicial hacia una supervivencia sedentaria; esa cotidianidad obligó a los pobladores a crear prácticas diversas para defenderse de las amenazas de su entorno.

Así, las primeras ciudades rústicas datan del año 3000 antes de nuestra era. El hombre encontró en estos primigenios entornos, lugares que le proporcionarían agua y alimento, lo cual generó comodidad y seguridad. Igualmente, establecieron roles sociales con la designación de oficios para atender las nuevas demandas que exigía una sociedad en crecimiento.

De esta manera, se originó el concepto de civilización, entendido como el conglomerado social que ocupa un espacio determinado y comparte una cultura (un sistema de escritura, un gobierno, un excedente alimentario, la división del trabajo y la urbanización).

De la misma forma, se creó una jerarquización de la sociedad en donde se define la concentración del poder en manos de un grupo o un individuo y se establecieron las tareas fundamentales (defensa, alimentación, comercio, medicina, entre otros).

Uno de los quehaceres trascendentales de los nacientes conglomerados sociales fue el rol del agente de control del orden social, como una función policiva que ha sido moldeada por la interacción comunitaria propia de cada momento histórico en la evolución del hombre.

Dicho papel es una primera aproximación del concepto de policía, se registró en el Imperio Romano y era desarrollado por los ediles quienes cumplían actividades en la preservación del orden público, distribución de alimentos, control de pesos y medidas en los mercados y de resolución de conflictos. 

Desde el sereno hasta el uniformado de policía moderno se ha propendido por un servicio público de policía con sentido humanista

Con el transcurrir del tiempo, el filósofo griego Platón definió a la actividad de policía “como la vida, el reglamento y la ley por excelencia, que mantiene a la ciudad”. Igualmente, Aristóteles, su discípulo, describió también el concepto de policía como “el buen orden y el sostén de la vida del pueblo, que es el primero y más grande de todos los bienes”.

Parafraseando al filósofo griego Sócrates sobre el concepto del servicio de policía, este lo define como el alma de la ciudad, y es la institución que piensa en todo, regula, protege los bienes de los ciudadanos, y aleja de la sociedad los males y las calamidades presentadas por el terror y la violencia.

En Colombia, el concepto de policía surgió como función de control desde la misma época colonial con la implementación de los cabildos, los cuales desempeñaron funciones civiles con acciones policiales orientadas a la prevención criminal.

Su actividad principal era la de satisfacer las necesidades estructurales de la administración en las nacientes ciudades del mismo periodo. Desde el sereno hasta el uniformado de policía moderno se ha propendido por un servicio público de policía con sentido humanista.

Es así, que los uniformados de policía se convierten en el alma de la ciudad como garantes de la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de cada uno de los miembros de la sociedad.

La Policía Nacional es una institución centenaria con un reconocimiento por la prestación de su servicio como ciencia y profesión de policía, con un posicionamiento a través de su actividad relacionada con la convivencia y seguridad ciudadana que se esfuerza por mejorar cada día.

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/el-alma-de-la-ciudad

Policías en acción

La misión de la Policía Nacional está plasmada en la Constitución Política de Colombia, y entre otras responsabilidades le atañe la preservación de la convivencia ciudadana en cuanto las necesidades actuales de la sociedad; interrelacionando los lineamientos del gobierno nacional, la evaluación de su gestión, los resultados y el impacto del servicio público de policía ante toda la comunidad.  

Por lo tanto, la acción policial se torna imprescindible en la vida cotidiana. La violencia y la criminalidad surgen de forma intrínseca en diversos contextos dentro de la sociedad. Esto implica, que la Policía Nacional es uno de los principales actores sociales capaz de contrarrestar los fenómenos que afectan la tranquilidad ciudadana.

Es así, que la sociedad evalúa continuamente y con mayor exigencia el servicio ofrecido por la Institución, a partir de diversos indicadores como la disminución de los índices delictivos, la percepción de seguridad, los costos asociados al crimen y el impacto de las políticas relacionadas con la seguridad pública; comprometiendo a la Policía Nacional hacia un mejoramiento continuo y un incremento de sus resultados en la prestación del servicio frente a las demandas sociales.

La sociedad en general espera de su Policía Nacional acciones contundentes frente a la disminución de los agentes y manifestaciones generadoras de temor, violencia y delincuencia. De tal forma, la Institución propende por obtener el punto de equilibrio entre el logro de resultados preventivos así como en el esclarecimiento, cada vez mayor de hechos delictivos; mediante métodos y procedimientos que cualifiquen estos logros y se traduzcan en el mejoramiento de las condiciones de seguridad del país.

Por lo anterior, la gestión del servicio policial debe ser orientada al logro de los más altos niveles de efectividad, a través de la articulación de sus capacidades y sus recursos propios, especialmente optimizando su capital humano.

La meta superior se constituye en que los residentes de Colombia identifiquen en cada mujer y hombre policía a un ser humano profesional, confiable y competente

La Institución cada día fortalece sus sistemas de evaluación integral que permiten el seguimiento al desempeño de sus unidades en los procesos de prevención, disuasión, control de delitos, comportamientos contrarios a la convivencia e investigación criminal.

La Institución y sus uniformados generan acciones estructurales que hacen la diferencia sobre los fenómenos de criminalidad. El servicio público de policía trasciende operacionalmente como una premisa básica para afianzar la convivencia y seguridad ciudadana en todo el territorio del país.

La constante entrega de resultados trascendentales a la sociedad eleva la confianza en la Institución y sirve para estimular al cuerpo de policía en el cumplimiento de su deber misional.

Una Policía Nacional en acción es una institución concentrada en la lucha contra la violencia y el delito. El servicio efectivo de la Policía Nacional se manifiesta en una mejor productividad al construir espacios de seguridad y convivencia definitivos entre los colombianos.

Es así, que se han erigido a lo largo de la historia policial golpes que atacan el crimen y se han convertido en hitos que estimulan el reconocimiento hacia los miembros de la Institución. 

La meta superior se constituye en que los residentes de Colombia identifiquen en cada mujer y hombre policía a un ser humano profesional, confiable y competente que a través de sus actuaciones transmitan credibilidad como fundamentos básicos para el desarrollo de las actividades policiales; al conllevar una mayor corresponsabilidad para el logro de la convivencia y seguridad ciudadana. 

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/policias-en-accion

Policía cívica

Los seres humanos por naturaleza siempre buscan el significado de su vida, una forma de encontrarlo es por intermedio de la solidaridad y el altruismo. Una de las más conocidas es mediante acciones de voluntariado en donde se obtiene el interés en apoyar a un individuo o una comunidad que lo necesita, con un alto sentido de desprendimiento para ayudar al ser humano superando el egoísmo y a salir de la burbuja que ocasiona la indiferencia. 

Un ejemplo excepcional en el mundo es el voluntarismo en Israel. Un promedio del 20 % de la población adulta de ese país se encuentra involucrada en acciones relacionadas con algún voluntariado especialmente en los campos de los servicios sociales, de salud y algunos otros en protección ciudadana en el marco de la seguridad local. 

La composición de la fuerza voluntaria en Israel está compuesta por mujeres y hombres en diversas posiciones. Principalmente, los programas de voluntariado en ese país se centran en construir comunidades fuertes, asegurando salvaguardar a los jóvenes en situaciones de riesgo, incentivando la colaboración y la coexistencia entre las comunidades guiadas por los principios de responsabilidad y justicia social. 

Una de las experiencias de éxito colombiano en cuanto al voluntariado es la policía cívica, entendida como un cuerpo no armado de carácter civil, sin ánimo de lucro, constituida de forma espontánea con el objeto de prestar apoyo para el cumplimiento de las misiones específicas de orden educativo, social y de proximidad que realiza la Policía Nacional y con el propósito de fortalecer las relaciones con la comunidad. 

Con el amor de la solidaridad ciudadana se logrará sentar las bases de la reconciliación, que equivale a comenzar a forjar una sociedad que comprenda por medio del servicio al otro el valor de la amistad

Está conformado por un grupo de personas representativas de la sociedad, con altos valores morales, iniciativa, solidaridad, espíritu cívico, compromiso y especial afecto por la Institución y el país, dispuestas a brindar un servicio en misiones específicas de carácter eminentemente educativo, social y de atención humanitaria. 

Este es uno de los programas de participación ciudadana de la Institución, la cual tiene como prioridad contribuir en la construcción y fortalecimiento del tejido social, los principios de convivencia y la cultura de la legalidad, por medio de acciones desarrolladas por ciudadanos voluntarios que están convencidos de la importancia que posee la misión preventiva, solidaria y social de la Policía Nacional. 

La institución implementó la policía cívica como estrategia orientada a la formación en valores humanos y como medio para participar en espacios pedagógicos que permitan el afianzamiento de principios éticos, morales, sociales, personales, cívicos, familiares y el ejercicio de deberes y derechos, para que incida en el actuar consciente de los ciudadanos, y propendan por el apoyo y la construcción de la convivencia y seguridad ciudadana. 

Los integrantes de la policía cívica como los uniformados que hacen parte de la institución policial, son héroes anónimos que con sus valerosas actuaciones hacen de Colombia un mejor país. Quienes mediante un proceso de construcción de convivencia se conocen a sí mismos, dan de sí mismos y reciben del otro; pasando de una relación individual a una más inclusiva.

Con el amor de la solidaridad ciudadana se logrará sentar las bases de la reconciliación, que equivale a comenzar a forjar una sociedad que comprenda por medio del servicio al otro el valor de la amistad, la familia, el amor, la lealtad. Hacer el bien es brindar apoyo sin necesidad de recibir algo a cambio. 

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/policia-civica

Ventanas a la eternidad

La semana que terminó se llevó a cabo la versión XII del Premio Excelencia Policial, evento de trascendencia institucional, en donde se reconocieron más de 1.200 historias y se exaltó especialmente a 9 ganadores en diferentes categorías. Así mismo, se eligió al capitán  Parménides Palacios como el mejor policía en el 2022, por ser el creador y gestor del “Laboratorio de paz, convivencia y seguridad ciudadana”, estrategia social que funciona en el Pacífico colombiano.

En la gala se contó con la presencia de la señora vicepresidenta de la República, Francia Márquez, y el señor ministro de Defensa Nacional, Iván Velásquez Gómez. El reconocimiento se desarrolló en una velada especial en el teatro Roberto Arias Pérez, en donde fueron premiados los mejores policías en acciones preventivas, de control y operativas. Policías que efectuaron buenas prácticas en sus unidades policiales las cuales fueron muy aplaudidas y elogiadas por las autoridades y público asistente.    

En esta versión, la Dirección de Talento Humano, organizadora del certamen, propuso para marcar la diferencia y establecer el hilo conector con las víctimas del atentado en la alma mater de la oficialidad colombiana, entregar como galardón una réplica del monumento “Ventanas a la eternidad”, el cual está erigido desde el 17 de enero de 2020, como un símbolo de entrega por la vida, con una filosofía en su construcción que crea una conexión entre la tierra y la eternidad, por los 22 cadetes fallecidos un año atrás en la universidad policial en una acción terrorista que Colombia condenó.

Con este galardón, toda la Institución busca reconocer el coraje, la responsabilidad, vocación de servicio, fraternidad y condición de humanidad de cada integrante de la Policía Nacional

La arquitectura del monumento y del galardón cuenta con un inmenso significado. Sus tres ventanas son la representación de la Santísima Trinidad: Dios como uno solo, padre, hijo y espíritu santo, que actúan como la energía estabilizadora entre lo mental y lo físico para transitar en los senderos de la justicia, la paz y la bondad. La extensión de las ventanas simboliza: en la corta, aquellos policías más jóvenes; la ventana media y larga representan a los policías más longevos, que han ofrecido el sacrificio supremo por el servicio a la comunidad. 

A su vez, la distinción elaborada en cristal muestra la transparencia e integridad de cada miembro de la Policía Nacional frente a su actuar en el servicio público de policía. El galardón está asentado en una plataforma de granito que indica la entereza y los principios de la ética policial; y se honra el lema institucional “Dios y Patria” pilar de la construcción de la cercanía con el Todopoderoso, la familia y la nación.


Igualmente, el frente de su base la engalana una placa dorada como representación del buen desempeño policial y el éxito al cual se debe apuntar en esta profesión. Cada material usado para la elaboración de este galardón representa los atributos de las mujeres y hombres policías.

Otro punto transcendental es la llama eterna que en el galardón se identifica en metal labrado de color dorado, la cual muestra el espacio terrenal en donde fue perpetrado el hecho violento que marcó la vida institucional y conmovió al país.

Con este galardón, toda la Institución busca reconocer el coraje, la responsabilidad, vocación de servicio, fraternidad y condición de humanidad de cada integrante de la Policía Nacional quienes con sus acciones inspiran a la sociedad colombiana; y aportan al cumplimiento de los fines esenciales del Estado en procura de construir una mejor Colombia dentro el binomio Policía y ciudadanía. 

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/ventanas-a-la-eternidad

Premio excelencia policial

En este 2022 se celebra la XII versión del Premio Excelencia Policial, un homenaje a las historias sobresalientes de uniformados que representan a la Policía Nacional a lo largo de la geografía colombiana. Se postularon más de 1.200 experiencias de integrantes de la Institución en nueve categorías. 

Las historias destacan casos extraordinarios de la labor policial, ya se han seleccionado 27 finalistas, dentro de los cuales se escogerá este próximo 15 de noviembre al mejor policía del país; así mismo se resaltará a 2 integrantes de la reserva policial, quienes, encontrándose en el retiro, continúan dejando en alto el nombre de la institución. 

Las postulaciones se enmarcaron en 9 categorías que permitieron visualizar el accionar policial desde los ámbitos de los valores y la ética policial; las soluciones a las problemáticas sociales; la valentía; el profesionalismo y la vocación de servicio; el pensamiento disruptivo y la innovación; la consolidación de lazos de confianza entre la ciudadanía; el liderazgo cercano y respetuoso; policías como ejemplo de vida institucional; auxiliares comprometidos y personal civil con excelente desempeño. 

Durante la velada que se realizará en uno de los más reconocidos teatros de la capital de Colombia, se evocará el desempeño exitoso de aquellos hombres y mujeres policías que, por intermedio de sus buenas acciones, dejan una huella impérenme en la comunidad, satisface las necesidades y supera las expectativas en la interacción con el ciudadano en el servicio público de policía. 

Las experiencias reseñadas en el marco de este reconocimiento han trascendido en el tiempo y han marcado positivamente el imaginario colectivo de la comunidad colombiana


Este fundamental reconocimiento a la labor abnegada de las mujeres y hombres policías da a conocer a los integrantes de la Institución, y a la comunidad en general las acciones sobresalientes de los policías quienes a diario trabajan de manera sacrificada para mantener y mejorar las condiciones de convivencia, seguridad y tranquilidad de los colombianos en el territorio nacional, y que con su trabajo y dedicación transforman la realidad de miles de ciudadanos. 

Para esta versión se recibieron postulaciones de las diferentes unidades operativas y administrativas de la institución y de sus integrantes en todas las categorías, las cuales demuestran el trabajo continuo de sus integrantes por fortalecer la credibilidad y confianza de la ciudadanía hacia la Policía Nacional. Estas historias exitosas se destacan por la edificación del binomio policía-ciudadano, como principal elemento para contar con una sociedad empoderada en el ámbito social y convivencial. 

Las experiencias reseñadas en el marco de este reconocimiento han trascendido en el tiempo y han marcado positivamente el imaginario colectivo de la comunidad colombiana. Algunas de ellas cuentan con una perspectiva en el servicio público de policía de proximidad ofrecido a las comunidades, otros en el ámbito heroico y en la diversidad étnica y cultural del país. 

Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/premio-excelencia-policial