En el presente mes que inicia se elogia a las mujeres que son mamás. Con el Día de las Madres, fecha convertida en una actividad comercial y con un alto despliegue de mercadotecnia, pero que es muy especial por lo que significa una madre en el desarrollo de la sociedad. En Colombia se celebra en el mes de mayo en su segundo domingo, desde 1914.
Es mi deber dedicarles esta columna a las más de 16.000 mujeres que integran la Policía Nacional, quienes en un alto porcentaje son madres de familia. La rutina de una madre que es miembro de la Policía Nacional, es aún más difícil a la de las demás mamás. Su día normal inicia desde la madrugada, preparan con mucho amor el desayuno a sus hijos y sus compañeros, tan solo comparten con ellos una o dos horas en la mañana; para luego tener que despedirse y ausentarse por casi 18 horas diarias. Ser mamá y prestar su servicio como policía, arriesgando su integridad, es una ardua labor y ésta la realizan sin llamamientos ni miramientos, aunque los dos roles necesitan gran atención y tiempo. Debemos reconocer en todas nuestras uniformadas que son madres, unas mujeres valerosas de carne y hueso, que viven sacrificios, que sienten y aman.
Tienen que alejarse de los momentos especiales de sus hijos a raíz de su profesión, muchas no logran ver como aprenden a caminar y como dicen sus primeras palabras; y algunas incluso no alcanzaron a verlos crecer, por dar su vida en defensa de los colombianos. Pero pese a todo, su labor es doblemente aplaudida, por la comunidad en general y por su propia familia. Ellas dejan ver el amor de unas mujeres con vocación, que sobrepasa las adversidades por el valor que le dan a su trabajo; saben que todo lo compensa, entienden que desde su profesión como policías, protegen y defienden a diario a otros niños y niñas en nuestro territorio, actividad invaluable ya que se trata de forjar un mejor futuro para nuestra sociedad.
Recordemos a las primeras mujeres que fueron incorporadas a la Institución cuando transcurría el año 1953. El ingreso a la Policía de mujeres nos ha permitido, por ejemplo, que contemos con expertas pilotos de aviones y helicópteros, además que ocupen altos cargos en las diferentes direcciones de la Institución y ostenten los más altos rangos en la jerarquía. Hacen parte actualmente de todas las especialidades que tiene la Policía e incluso contamos con una sección femenina del Escuadrón Móvil Antidisturbios.
Que sea el momento para hacerles un reconocimiento, es prioritario que sigan haciendo parte de esta gran familia; todos los hombres que portamos el verde oliva nos sentimos inmensamente orgullosos de que en cada momento siempre ponen todo su esfuerzo, dedicación y sacrificio para lograr el cumplimiento de su deber. Por favor continúen siendo ese ejemplo de amor, disciplina y profesionalismo que las caracteriza, para tener cada día más: “comunidades seguras y en paz”.
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