En Colombia la principal víctima de la guerra tiene rostro de mujer. Las mujeres en la mayoría de las circunstancias sufren la peor parte de las consecuencias de los conflictos armados. En estas cinco décadas, la violencia contra las mujeres en el conflicto armado colombiano se ha visibilizado aún más, quienes han estado sujetas a abuso sexual, amenazas, señalamientos, secuestros, control social, desplazamiento forzado y a todo tipo de acciones violentas por causa de su cultura, sus ideales políticos, por la posesión del territorio o por el hecho de defender y solicitar el cumplimiento de sus derechos y usualmente, tan solo por ser mujer.
El ingreso de la mujer a la Policía Nacional de Colombia, se constituyó en una realidad que transformó el paradigma social en cuanto a los roles de género que debían asumir los hombres y las mujeres en la sociedad colombiana. La mujer policía posee entrenamiento y capacitación igual al de sus compañeros varones, se encuentra incluida en actividades de gran complejidad en todas las especialidades del servicio de la Institución.
Estas colombianas han demostrado que no solo han sido víctimas, sino también líderes
Cumple enormes responsabilidades en el nivel investigativo y en el liderazgo de la alta dirección, siempre con una mejor disposición para el servicio de policía por su instinto de madre de familia. Han ganado estos espacios gracias a sus dotes naturales de valentía, organización, inteligencia y sabiduría, para salvaguardar el cumplimiento de la misión constitucional de asegurar que los habitantes de Colombia convivamos en paz y tranquilidad.
En el país, según las cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), 4´212.278 mujeres han sido víctimas del conflicto armado, entre ellas 1.857 mujeres policías. La violencia generalizada ha hundido sus raíces mediante una prolongada y confusa red de confrontaciones y desacuerdos; con un sinnúmero de relatos de mujeres policías, quienes con su valentía han sido constructoras del devenir nacional y sus experiencias han cimentado su rol como partícipe en la resolución del conflicto armado interno, como protagonistas para encarar los fenómenos de orden público y las acciones derivadas de la criminalidad, la insurgencia y el narcotráfico.
A pesar de la violencia cometida contra la mujer policía y el sufrimiento que se ha marcado en su cuerpo y su alma, estas colombianas han demostrado que no solo han sido víctimas, sino también líderes de cambio por la lucha de la justicia, constructoras del tejido social para lograr un país promisorio, protagonistas de la historia de la nación y servidoras en una Institución que se sigue transformando y modernizando para aportar cada día al mejoramiento de las condiciones de vida de la población colombiana, en un proceso de resiliencia de miles de mujeres.
Publicada en: https://www.cronicadelquindio.com/opinion/opinion/mujer-polica-en-el-conflicto